Esta semana os traigo una nueva entrega de la "serie" Fracasos sonados, esta vez la afortunada es una maquina con sello de Apple. El invento en cuestión se llamó Pippin, y llegó al mercado en 1995, es decir, un año antes del regreso triunfal de Steve Jobs, fundador de Apple despedido en 1985. Esto es importante, porque antes de ese momento, Apple estaba en una situación peliaguda, en parte debido a decisiones como sacar esta consola.
La intención de Michael Spindler, CEO de Apple en aquellos años, era no desarrollar la consola internamente, sino licenciar la tecnología a una tercera compañía para su explotación. Casualmente Bandai quería entrar en la industria del videojuego, por lo que eligió Pippin para ello.
Vio la luz en Japón en diciembre de 1995, y en Estados Unidos llegó el 1 de septiembre de 1996. En Europa, Apple lo anunció oficialmente para otoño de 1996, y la compañía Katz Media Productions, que sería la licenciataria europea en lugar de Bandai, produjo en Irlanda un indeterminado número de máquinas, el modelo KMP 2000, una auténtica rareza y además de color negro y no blanco como la de Bandai.
Pippin fue una apuesta muy arriesgada, porque el mercado estaba colmado con Super Nintendo dando los últimos coletazos, los inicios de PSX y Saturn, y la inminente llegada de Nintendo 64, y Pippin debería ofrecer mucho y bueno para hacer frente a la enorme competencia. ¿Y qué ofreció?
Pues empecemos con lo bueno. Pippin contaba con un procesador PowerPC 603 de 32bits, 5 MB de memoria compartida, lector de CD 4x, compatibilidad PAL/NTSC sin necesidad de adaptadores, sonido con calidad CD, puerto PCI, salida de vídeo S-Video, RCA y VGA, salida para auriculares con control de volumen individual… Es decir, punto por punto en la mayoría de casos como mínimo iguala lo ofrecido técnicamente por PSX o Saturn, y en algún caso lo supera ampliamente.
Por otro lado, Pippin no se limitaba a ser una consola de videojuegos como eran entendidas por aquel entonces. La consola era un Macintosh, con un sistema operativo basado en Mac OS 7, una versión especial de QuickDraw, posibilidad de conectarse a Internet a través de un módem externo, y accesorios como teclado, impresora, disquetera o tableta gráfica.
Mención especial merece el mando de la consola, con un diseño bastante moderno, similar al famoso y cancelado boomerang de PS3 pero mucho más simple. La novedad del mando es que en su centro incluía un trackball, algo bastante inusual por aquella época e incluso hoy.
Esa es la parte amable de Pippin, ahora toca ver el lado amargo, el que le hizo merecedor de estar en el puesto 22 de la lista 25 peores productos tecnológicos de la historia según PC World Magazine. Su precio inicial fue de $600, barato para un ordenador (de alguna forma, Pippin lo es), especialmente si pensamos que es un Mac, pero carísimo para una videoconsola, que es la principal característica del aparato. Su procesador no era malo, pero al contrario que las demás videoconsolas, no se limitaba a ejecutar un juego sino que tenía todo un sistema operativo detrás, con lo que ello conlleva en la merma de rendimiento y sus bondades tridimensionales eran bastante escasas. Pero su hardware tampoco era tan potente para desempeñar con soltura su faceta de ordenador personal, por lo que se quedaba a medio camino entre ordenador y videoconsola pero sin llegar a ser bueno en ninguno de los dos aspectos.
Características técnicas de Pippin:
Procesador PowerPC 603 a 66 Mhz (como referencia, el procesador de Sega Saturn funcionaba a 28.6MHz, el de Playstation a 33 Mhz y el De Nintendo 64 a 93.75 Mhz) sin embargo hay que aclarar que el rendimiento de un procesador PowerPC era muy superior al de la competencia, al margen del número de Mhz.
Tarjeta gráfica con 6 Mb de memoria compartida, que proporcionaba una resolución de 640×480 pixels, con hasta 16.7 millones de colores.
Como curiosidad, era compatible con los formatos NTSC y PAL sin necesidad de
adaptadores.
Sonido estéreo de 16 bit a 44 kHz (calidad de CD).
Unidad de CD-ROM de 4X
Sistema operativo basado en MacOS, que incluía Quicktime 2.0 y QuickDraw.
El catálogo de juegos, que a priori es lo realmente importante en una videoconsola, era bastante pobre. Las third parties se desentendieron de la máquina, por lo que el peso del catálogo recayó en la propia Bandaidesarrollando juegos de sus franquicias, tales como Power Rangers, Dragon Ball o Gundam, pero muchos no eran ni siquiera juegos sino aplicaciones multimedia. Por ejemplo el título de Dragon Ball era realmente un programa para hacer tu propio anime de la serie. También hubo joyas como el port de Marathon, un fps de Bungie, si, los mismos que posteriormente pasaron a formar parte de Microsoft y desarrollaron la saga Halo.
En conclusión, Pippin intentó abarcar mucho, y se quedó en nada vendiendo menos de 50.000 unidades y cancelándose a los pocos meses de su puesta a la venta, tras la llegada de Steve Jobs. Tras este fracaso estrepitoso, Bandai siguió intentando entrar en el mercado de los videojuegos con la comercialización de Wonderswan en 1999, una consola portátil que tampoco tuvo el éxito esperado. Apple, por su parte, estuvo apartada de la industria del videojuego, y ahora parece querer intentarlo de nuevo pero con mayor humildad, a través de iPhone e iPod touch.
Y ahora unos videos del aparato en cuestion....
Y ahora unos videos del aparato en cuestion....
Hubieran puesto mejores videos que mostraran un buen gameplay, para ver la potencia de la consola,
ResponderEliminarSi es verdad, he puesto lo que he encontrado por la red, pero ya te digo yo que de gameplay era poca cosa, ya k los pocos juegos eran como peliculas interactivas en las que debias pulsar el boton en el momento oportuno.
ResponderEliminarGracias por el consejo.